Windows 11 enfrenta uno de los momentos más críticos desde su lanzamiento, luego de que Microsoft confirmara que múltiples componentes esenciales del sistema operativo han comenzado a fallar tras la actualización 24H2.
Este problema, que afecta a millones de equipos actualizados en 2025, está generando preocupación global y reavivando el debate sobre la estabilidad del sistema, la calidad del mantenimiento y el futuro mismo del ecosistema Windows.
Durante meses, la comunidad ha reportado fallos dispersos y comportamientos anómalos en Windows 11. Sin embargo, la propia Microsoft ha reconocido oficialmente que el daño es más amplio de lo que se pensaba inicialmente. La reciente actualización acumulativa, que acompañó a la versión 24H2, estaría provocando errores graves en procesos internos que gobiernan la interfaz del usuario, el funcionamiento de Explorer, la apertura del menú Inicio y la ejecución de configuraciones del sistema.
Nunca antes un parche de Microsoft había causado un nivel de disrupción tan visible en áreas tan críticas de Windows 11. Y lo más preocupante: el fabricante asegura que la raíz del problema no puede solucionarse por completo de forma manual.
Un colapso inesperado en el núcleo visual del sistema
El problema fue detallado en un documento oficial de soporte técnico titulado “KB5072911: Multiple symptoms occur after provisioning a PC with a Windows 11, version 24H2 update”. En él, Microsoft explica que los errores se presentan justo después de que el usuario inicia sesión tras instalar la actualización más reciente.
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Los componentes afectados incluyen:
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explorer.exe (gestiona ventanas, escritorio y navegación)
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shelhost.exe
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StartMenuExperienceHost
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ImmersiveShell
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XAML Island Views
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System Settings
En otras palabras, casi todo lo que un usuario promedio ve y utiliza a diario dentro de Windows 11.
Los fallos se manifiestan de formas variadas:
✔ El Explorador de archivos inicia, pero no muestra barra de tareas
✔ El menú Inicio no se abre o muestra un mensaje crítico
✔ La app de Configuración simplemente no arranca
✔ Varias aplicaciones modernas se cierran al inicializar su interfaz XAML
✔ Otros elementos “isla” XAML fallan en su carga
La magnitud del colapso ha sorprendido incluso a los expertos. Las XAML Views son el corazón gráfico y moderno de Windows 11, y cuando estas fallan, el sistema pierde partes fundamentales de su funcionalidad.
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¿Qué provocó esta falla? Microsoft apunta a un culpable claro
Microsoft atribuye la causa del problema a que ciertos paquetes XAML —dependencias clave usadas por las aplicaciones y por la propia interfaz del sistema— no se registran a tiempo tras la actualización. Es decir, el sistema arranca sin tener listas las bibliotecas necesarias para que Explorer, Inicio y Configuración puedan funcionar.
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Esto es similar a intentar abrir un programa que requiere componentes esenciales… que simplemente no están ahí cuando el sistema los necesita.
Según Microsoft:
“Las aplicaciones tienen dependencias de paquetes XAML que no se registran a tiempo después de instalar la actualización.”
El error no solo afecta a programas externos, sino a la estructura visual de Windows 11 en su totalidad.
Microsoft publica soluciones… pero no son suficientes
Aunque la empresa enumeró varios pasos de mitigación, la misma Microsoft admite que la resolución definitiva está de su lado, no del usuario.
Por ahora, las soluciones son temporales e inconvenientes, como:
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Forzar una reinstalación de componentes XAML
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Reiniciar la sesión varias veces
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Aplicar secuencias de comandos de reparación
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Restaurar puntos anteriores del sistema
Sin embargo, la mayoría de usuarios promedio no tiene conocimientos avanzados para aplicar estas medidas. Para empresas y entornos corporativos, el impacto es aún mayor: miles de ordenadores podrían verse afectados simultáneamente.
Windows 11 ya venía arrastrando un año complicado
Este no es el primer tropiezo del sistema en 2025. Durante los últimos meses, Windows 11 ha enfrentado:
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Problemas con el Windows Recovery Environment
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Fallos que impedían actualizar desde Windows 10 poco antes de la fecha límite
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Quejas por la nueva experiencia agentica impulsada por inteligencia artificial
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Decenas de reportes de rendimiento inconsistente tras la actualización 24H2
Este cúmulo de fallos está erosionando la paciencia de los usuarios y alimentando la búsqueda de alternativas.
La competencia aprovecha el momento: Linux gana terreno
Mientras Windows 11 vive su peor momento, distribuciones Linux diseñadas para usuarios provenientes de Windows han crecido de forma explosiva. Una de ellas registró 780.000 descargas en un solo mes, un dato que refleja un fenómeno preocupante para Microsoft: la fuga silenciosa de su base de usuarios.
Hace años esto hubiera sido impensable. Pero en 2025, y ante el desgaste por actualizaciones problemáticas, más personas se plantean migrar.
Los usuarios están dejando claro que:
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No quieren interfaces confusas
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No quieren actualizaciones que rompan funciones básicas
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No quieren que la IA tome decisiones por ellos
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No quieren depender de un sistema cuya estabilidad es cuestionable
¿Puede Microsoft recuperarse? Sí, pero necesita actuar rápido
Para Microsoft, Windows 11 sigue siendo la base estratégica de su ecosistema de productividad e inteligencia artificial. Sin embargo, si la compañía no refuerza la estabilidad del sistema operativo, corre el riesgo de perder una porción valiosa de usuarios que tradicionalmente han confiado en Windows.
Esta crisis podría transformarse en una oportunidad:
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Reforzar pruebas internas antes de lanzar actualizaciones
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Mejorar la comunicación con los usuarios
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Ofrecer soluciones inmediatas y efectivas
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Acelerar el lanzamiento de parches críticos
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Devolver al usuario el control sobre funciones clave
Los usuarios no están pidiendo mucho: solo quieren un Windows 11 que funcione.
Conclusión: Un 2025 difícil, pero no definitivo
Aunque los fallos de la actualización 24H2 han causado un daño significativo a la imagen de Windows 11, el sistema sigue siendo uno de los más completos del mercado. El desafío para Microsoft será corregir rápido esta situación, recuperar la confianza de millones de usuarios y demostrar que aún puede ofrecer estabilidad en un entorno tecnológico cada vez más exigente.
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Por ahora, queda esperar el parche oficial. Pero mientras tanto, Windows 11 vive uno de los momentos más tensos desde su lanzamiento.


