NVMe SSDs se han convertido en uno de los componentes más valiosos y buscados dentro del ecosistema Windows en los últimos años, y en 2025 su importancia vuelve a quedar en evidencia tras un accidente tan insólito como costoso.
Un caso viral ocurrido en Vietnam muestra cómo un descuido doméstico terminó con la destrucción de 50 unidades de almacenamiento de alto rendimiento, valoradas en varios miles de dólares, justo en medio de una crisis global de memoria NAND.
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Un accidente doméstico que se volvió noticia tecnológica
Las imágenes comenzaron a circular en redes sociales y rápidamente llamaron la atención de la comunidad tecnológica. En ellas se observan decenas de unidades M.2 visiblemente dobladas, algunas con curvaturas extremas que hacen imposible su instalación en una placa base. Según el testimonio del afectado, el responsable fue su hijo de apenas diez años, quien decidió “probar la resistencia” de las unidades sin conocer su verdadero valor.
El impacto no fue menor. Las 50 unidades dañadas eran NVMe SSDs Samsung PM991a de 512 GB, un modelo OEM muy utilizado en equipos Windows de alto rendimiento. En total, se perdieron aproximadamente 25.600 GB de almacenamiento, una cifra que impresiona tanto por su volumen como por su costo.
El contexto no podría haber sido peor: crisis global NAND
El incidente ocurre en un momento particularmente delicado para el mercado del hardware. En 2025, los precios de componentes como memorias RAM, tarjetas gráficas, procesadores y, por supuesto, NVMe SSDs, siguen bajo presión debido a la crisis global de producción NAND.
Esta situación ha provocado que el valor de cada unidad de almacenamiento aumente de forma constante, especialmente en mercados emergentes. Por eso, lo que podría haber sido una anécdota curiosa se convirtió rápidamente en una historia viral y, para muchos, en una advertencia.
¿Cuánto dinero se perdió realmente?
De acuerdo con el testimonio original publicado en un grupo vietnamita de Facebook dedicado al armado de PCs, cada unidad tenía un valor aproximado de 2 millones de VND, lo que equivale a unos 76 dólares estadounidenses. Multiplicado por 50 unidades, el daño total asciende a 3.800 dólares.
Algunos análisis posteriores sugieren que, al tratarse de modelos OEM, el precio real de reventa podría ser algo menor. En plataformas como eBay, unidades similares se encuentran alrededor de los 60 dólares, lo que aun así deja una pérdida cercana a los 3.000 dólares, siempre y cuando ninguna unidad pueda recuperarse.
¿Qué tipo de NVMe SSDs fueron dañados?
Las unidades afectadas corresponden al formato M.2 2280, uno de los más comunes en computadoras con Windows. Este formato es ampliamente utilizado tanto en PCs de escritorio como en laptops, gracias a su equilibrio entre tamaño, capacidad y velocidad.
Los NVMe SSDs Samsung PM991a destacan por ofrecer velocidades muy superiores a los discos SATA tradicionales, aprovechando la interfaz PCIe y el protocolo NVMe. Sin embargo, su diseño delgado también los hace más vulnerables a daños físicos cuando se les aplica fuerza directa.
¿Existe alguna posibilidad de que aún funcionen?
Aquí es donde la historia se vuelve más interesante desde el punto de vista técnico. A diferencia de otros componentes, muchos NVMe SSDs concentran sus chips NAND y controladores en un solo lado del PCB. Esto abre una pequeña posibilidad de que algunas unidades sigan siendo funcionales si la zona crítica no sufrió daños.
Expertos sugieren que, en casos así, lo ideal sería probar cada unidad en un adaptador externo USB a NVMe, evitando instalarla directamente en una placa base. Si no existen rupturas en las pistas del circuito ni daños en los chips, algunas unidades podrían seguir siendo reconocidas por Windows.
Aun así, el riesgo es alto. Una unidad físicamente doblada puede fallar de forma impredecible, incluso si aparentemente funciona durante los primeros minutos.
¿Se pueden reciclar los chips NAND?
Si las unidades no pueden recuperarse para su uso normal, existe al menos una alternativa: el reciclaje. Los chips NAND que componen los NVMe SSDs pueden ser reutilizados en procesos industriales, siempre que no estén dañados.
En un contexto donde la producción de memoria sigue siendo limitada, el reciclaje de componentes se perfila como una práctica cada vez más relevante. No es una solución ideal para el usuario final, pero sí una forma de reducir el impacto ambiental y económico.
Lecciones para usuarios de Windows en 2025
Este caso deja varias enseñanzas claras para quienes utilizan NVMe SSDs en sistemas Windows:
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El almacenamiento es frágil
Aunque pequeños y robustos en apariencia, estos dispositivos no están diseñados para soportar flexión física. -
Su valor va más allá del tamaño
No es solo un “pedazo de circuito”. Es uno de los componentes más caros y críticos del sistema. -
La educación tecnológica en casa importa
Explicar a niños y adolescentes el valor del hardware puede evitar pérdidas importantes. -
La crisis NAND sigue afectando precios
Reemplazar unidades dañadas en 2025 es más costoso que hace algunos años.
El impacto en el mercado y la percepción del usuario
Historias como esta refuerzan la percepción de que los NVMe SSDs son un recurso valioso que debe manejarse con cuidado. En foros y comunidades de Windows, muchos usuarios aprovecharon el caso para debatir sobre la necesidad de mejores sistemas de almacenamiento, carcasas protectoras y políticas de respaldo más estrictas.
También se reavivó la discusión sobre la dependencia creciente de la memoria flash y cómo pequeños eventos pueden generar grandes pérdidas cuando se acumulan varios factores negativos.
Conclusión: una anécdota que deja huella
En 2025, los NVMe SSDs siguen siendo protagonistas tanto por su rendimiento como por su costo. El curioso accidente ocurrido en Vietnam no solo provocó miles de dólares en pérdidas, sino que también sirvió como recordatorio de lo delicado que puede ser el hardware moderno.
Más allá del tono anecdótico, el caso refleja una realidad clara: el almacenamiento de alto rendimiento es un recurso crítico, costoso y cada vez más expuesto a factores externos. Para usuarios de Windows, la lección es simple pero contundente: cuidar el hardware hoy es ahorrar dinero mañana.


